La harina de garbanzo se utiliza a menudo como un sustituto de la harina de trigo para cocinar panes o empanadas. Dándole además un toque aromático y un sabor propio que resulta delicioso.
La harina de garbanzos es un sustituto bastante cercano del huevo. Simplemente mezclando la harina de garbanzo con agua o cerveza se obtiene una consistencia y jugosidad que permite cocinar tortillas deliciosas.
Además el garbanzo tiene muchos minerales, sobre todo fósforo, hierro y magnesio y es especialmente rico en vitaminas B1, B6 y ácido fólico.